martes, 4 de junio de 2013



Procesos.


Partiendo de la premisa que elegimos los procesos para crecer, evolucionar o aprender, cabe considerar la dirección que tomamos para ello, generalmente es el opuesto. La vida nos obliga a tomar nuestro propio carril. Por ejemplo, en un proceso de salud la ruta puede ser la enfermedad como camino, si deseo estar sana corporalmente requiero de una enfermedad para sanarme, llevarme de un estado de mal-estar a un estado de bien-estar.


Si creo haber elegido trabajar en un proceso de plenitud fluidez y libertad y la ruta hacia ello es el opuesto, entonces elijo, la restricción, la rigidez y la esclavitud como camino. Cuando cuesta ser libre, plena y no existe nada que ate, se anhelan los grilletes, ya que no se sabe vivir en libertad, autonomía e independencia, y con ello se fomentan frustración y fragmentación. La excusa puede ser un estado de confort que permita evadir la responsabilidad de realizar el propio vuelo, asumiendo un estado de sumisión y total entrega a quien pudiera hacer la labor por nosotros.


Se desarrolla la vida en un entorno que nos limita, se interactúa con personas de rasgos dominantes e impositivos y se entra en el perfecto juego de la dominación y la sumisión. Mientras se asumen las ataduras a voluntad, otros se ocupan de manejar los hilos que son movidos a placer, se pierde la autonomía y con ella la satisfacción propia. Estado perfecto de justificación ante la propia impotencia e incapacidad de realizarse plenamente.


Cuando se desea realizar la transformación se busca la autonomía por medio de la autoafirmación, fuerza de voluntad e iniciativa propia, aunque las alas están atrofiadas por la total ausencia de vuelo se descubre que existen, se asumen como propias y se vuelca al fortalecimiento de las mismas. Se logra experimentar un estado desconocido, se pasa de la esclavitud a la libertad, de la dependencia a la independencia, se llega a la propia esencia y se desarrolla una nueva forma de estar que ha de ser cultivada día a día. Luz y oscuridad se unen para penetrarnos en el cambio, en el desarrollo de la propia esencia. Se elige el opuesto para reafirmarse, la ausencia para llenar de contenido la plenitud y la propia libertad.




Jaineth Méndez





3 comentarios:

Carlos P11 dijo...

Como añadidura a tus palabras, Jaineth, te recordaré una idea bastante interesante, una de la que seguramente has oído: "siempre buscamos el bien y, por tanto, buscamos el mal sólo por ignorancia".

Ese reconocimiento, ese darse cuenta, ese mirar hacia atrás para dejar de ver las sombras en la caverna, viene en la medida en que las experiencias y los procesos vitales permiten al alma asumir con sinceridad horizontes más amplios, energías más profundas, pensamientos más elevados...

Maria Eugenia Méndez dijo...

Hermana bella, Lo mas satisfactorio de tus palabras es que son inspiración para sentirlas y poder palpar en carne propia lo que es transformarse en un ave y volar a la libertad interna, que nuestro ego nos niega por estar siempre en nuestra propia prisión, como algo normal.

Condominio Residencias Cristal dijo...

Profundas palabras amiga mía, te he leído hoy y descubierto entre líneas a un alma ávida de expresar y compartir su propia expresión y lugar en la vida de sus lectores. Más que felicitarte, desearía que continuarás, que no pararás de hacerlo. Se que no es sencillo. Pero, adelante